Tamaño: 320m²
Técnica: brocha, rodillo rayado y pincel
Acabado: realista
Ubicación: C/ Salida del Guirney (Petrer, Alicante)

«FUTURO: COLAPSO Y ESPERANZA»

Mural – ARTENBITRIR 2020

Motivados por los aires del cambio, en esta obra representamos la necesidad urgente de la transformación, a nivel social, ecológica y natural. El tiempo es oro, pues nos da la experiencia. La sapiencia de que si actuamos mal, las consecuencias serán peores. No podemos hacer la vista a un lado.
La sexta extinción está pasando ante nuestros ojos. Por ello planteamos dos murales en uno, que muestran la dualidad del bien y el mal. Mantenemos siempre la esperanza de cómo será nuestro futuro; si retrocedemos a un estado más primitivo, una forma elevada del respeto global y universal o si nos obcecamos en la codicia.

«Colapso. Caos. Destrucción.»

Mural a la izquierda

En el centro de la escena el ser humano. Un hombre con gesto de desesperación yace sobre una base de piedra rodeado de personas enmascaradas que hacen alusión a la mediocridad. Sobre él, el tiempo que se descompone. La muestra de que nuestro tiempo se agota, o quizá ya se haya agotado.
La parte inferior está llena de contaminación con colores llamativos y expresivos: señala la atracción del consumismo representada como residuos, una locomotora rodeada de instalaciones industriales. A un lado una columna de coches de desguace amontonados, al otro muestras de la arquitectura que ha creado el hombre a lo largo de la historia: gótica, clásica, griega, hinduista y árabe. Con ello se representa nuestra cultura, nuestra historia. Esta es la referencia a la sexta extinción, el fin de nuestra historia.
La luz del fondo es el fuego que hace alusión a las guerras, la destrucción y nuestra propia autodestrucción. Los colores predominantes de esta parte de la obra son colores cálidos y luminosos, colores terrosos, óxidos y fríos en contraste, en la parte inferior colores saturados y vivos, azules fundiéndose con el agua.

«Esperanza»

Mural a la derecha

En el centro de la escena dos niñas juegan encima de un árbol que se encuentra en medio de un arroyo de aguas cristalinas. Simbolizan la esperanza, la reconciliación con la naturaleza, la simbiosis y la convivencia con el planeta. Ambas están celebrando una ceremonia de reconciliación con la naturaleza.
De fondo un bosque profundo, montañas y el cielo azul. En la escena completa nos encontramos con el elemento agua en todo su ciclo y complejidad, de forma gaseosa con las nubes del cielo, en estado sólido en la nieve de las montañas y en estado líquido en el río desembocando en el mar.
Escena con mucha luminosidad, predominan los colores de la naturaleza, colores vivos y amplias tonalidades de verdes, azules, cálidos, terrosos y ocres.

«Somos pasado, presente y futuro»

Somos el pasado

De donde somos, pertenecemos. Somos el recuerdo de allí donde venimos. La familia, la tierra en que nacemos, la naturaleza que pisamos y respiramos. Somos la historia con todo lo que hemos aprendido de ella. Cargamos con el peso de las vidas anteriores que nos dejaron la raíz de nuestra existencia, sus conocimientos, sus maneras. Las lecciones que no somos capaces de aprender son las que la propia historia ya nos ha contado, pero no hemos escuchado. Somos raíces. El nexo entre nuestros antepasados y nuestra actualidad. La relación entre lo divino y lo terrenal. La diosa del conocimiento que hila nuestras vidas sobre el tiempo.

Somos el presente

La semilla que nace entre las llamas. El enjambre que lucha por la supervivencia de su especie. Una lucha mal enfocada que solo hace que destruirnos. Somos la capacidad de crear lo más inalcanzable y a su vez destruir todo por donde pisamos. Edificios que son poesía; construcciones que conllevan la muerte. Montañas que rugen de dolor. Somos la codicia que extrae la vida a la tierra lentamente. El ansia de generar. También la luz de la esperanza. La luz entre tanta oscuridad. Nacemos de la luz que baña las aguas de la vida. Aguas capaces de desbocarse cuando soplan los vientos de la rabia.

Somos el futuro

Infinitos como el universo. Efímeros como el tiempo. Nuestra huella es imborrable para bien o para mal. Un abanico abierto a toda posibilidad. Lo que queramos, seremos. Somos una sucesión de elecciones elegidas por un destino cambiante. La diosa se estremece y con ella nos marchitamos. Bailemos a su ritmo salvaje, salvémosla de su condena. Nubes oscuras agitan los aires, soles prístinos amenazan con ver.

Patrocinadores:


Queremos dar las gracias a todas esas personas que han aportado su granito de arena para hacer posible este proyecto, ya que sin ellos nada hubiera sido igual:
Toda la asociación de Artenbitrir: Fernando Gomis, Raquel Villora y sus padres, Noelia Rodríguez, Luís Abad, Anna Alba, Quique Montoya, Mariló Payá, David Moll, Verónica Mira y la filá de «Las Yaizas», Marta Brotons, Mateo Lajara Guillo, Almudena Blasco, Rubén Guardiola, Mikel García, Luis Gómez, Desiree Martínez, Verónica Gallo, Fani Carbonell, Sergio De Lamo y Miguel Ángel García, a todos los patrocinadores y colaboradores del proyecto, a todos y cada uno de los que habéis hecho vuestra aportación «a la gorra» o por Bizum. ¡GRACIAS!
También a Gema Morante, Miguel García A.K.A Zetica y Rebeca Orts por acompañarnos, a Andrew Contreras y Rubén por vuestra colaboración en el proyecto audiovisual, a todos los medios por darnos visibilidad, a Chemi Galiano por su apoyo y buen hacer, a lxs modelos y mamás por prestarse a formar parte de éste proyecto, José Yécora, Iris y Marina Expósito, Sofía y Zineb, Khadisa y Fatou y a cada uno de los que habéis estado por allí para darnos fuerza.

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